¿Qué es el proceso de hominización y cuáles son sus principales características y etapas?


 

Proceso de Hominización 


El proceso de hominización es el desarrollo evolutivo de las características humanas que diferencian a los homínidos de sus ancestros los primates. Algunas de las principales características que marcan este proceso son:


El bipedismo: la capacidad de caminar erguido sobre los dos miembros inferiores, que apareció en los ancestros más primitivos del género Australopithecus hace más de 4 millones de años. Esta adaptación implicó una serie de modificaciones en el esqueleto, como el ensanchamiento de la pelvis, el acortamiento de los brazos y la curvatura de la columna vertebral.

La manipulación manual: el perfeccionamiento de la habilidad para usar las manos y fabricar y utilizar herramientas, que se inició con los primeros homínidos del género Homo hace unos 2,5 millones de años. Esta capacidad se relaciona con el desarrollo del pulgar oponible, que permite sujetar objetos con precisión, y con la reducción del tamaño de las uñas y el aumento del número de terminaciones nerviosas en los dedos.

La modificación de la mandíbula y los dientes: el cambio en la forma y el tamaño de la mandíbula y los dientes, que se produjo a lo largo de la evolución humana. La mandíbula se hizo más pequeña y menos prognata (saliente hacia adelante), lo que permitió alojar un cerebro más grande. Los dientes se hicieron más pequeños y menos especializados, lo que refleja una dieta más variada y omnívora.

El aumento del cerebro: el incremento en el volumen y la complejidad del cerebro, que se observa especialmente en los representantes del género Homo. El cerebro humano actual tiene un tamaño medio de unos 1400 cm3, mientras que el de los primeros homínidos era de unos 400 cm3. El aumento del cerebro se asocia con el desarrollo de funciones cognitivas superiores, como la memoria, el razonamiento, la planificación y la creatividad.

El lenguaje: la capacidad de comunicarse mediante sonidos articulados y símbolos convencionales, que es exclusiva de los humanos modernos (Homo sapiens sapiens). El lenguaje se originó hace unos 100 mil años y supuso una ventaja adaptativa para la transmisión de información, el aprendizaje, la cooperación y la cultura.

El proceso de hominización se puede dividir en varias etapas o fases, según los distintos grupos o especies de homínidos que aparecieron a lo largo de la historia evolutiva. Estas etapas son:


La fase australopitecina: abarca desde hace unos 6 millones de años hasta hace unos 2 millones de años. Se caracteriza por la presencia de los primeros homínidos del género Australopithecus, que vivieron en África y fueron los primeros en adoptar el bipedismo. Tenían un cerebro pequeño (entre 400 y 500 cm3), una mandíbula grande y saliente, y unos dientes adaptados a una dieta vegetal. No fabricaban herramientas ni tenían lenguaje.

La fase homo habilis: abarca desde hace unos 2,5 millones de años hasta hace unos 1,8 millones de años. Se caracteriza por la aparición del género Homo, representado por la especie Homo habilis, que vivió en África oriental. Tenía un cerebro mayor que los australopitecinos (entre 500 y 800 cm3), una mandíbula más pequeña y menos saliente, y unos dientes más reducidos. Fue el primero en fabricar herramientas rudimentarias de piedra (modo 1 o industria olduvayense), pero no tenía lenguaje.

La fase homo erectus: abarca desde hace unos 1,8 millones de años hasta hace unos 300 mil años. Se caracteriza por la expansión del género Homo fuera de África, representado por la especie Homo erectus, que vivió en Asia y Europa. Tenía un cerebro aún mayor (entre 800 y 1200 cm3), una mandíbula más reducida y alineada con el cráneo, y unos dientes más pequeños y menos especializados. Fabricaba herramientas más sofisticadas de piedra (modo 2 o industria achelense), dominaba el fuego y tenía un lenguaje primitivo.

La fase homo neanderthalensis: abarca desde hace unos 300 mil años hasta hace unos 30 mil años. Se caracteriza por la presencia de una especie humana adaptada al frío, el Homo neanderthalensis, que vivió en Europa y Asia occidental. Tenía un cerebro similar o incluso superior al humano actual (entre 1200 y 1600 cm3), una mandíbula robusta y prominente, y unos dientes grandes y desgastados. Fabricaba herramientas más complejas de piedra (modo 3 o industria musteriense), practicaba la caza, el enterramiento de los muertos y tenía un lenguaje más desarrollado.

La fase homo sapiens: abarca desde hace unos 200 mil años hasta la actualidad. Se caracteriza por la aparición de la especie humana actual, el Homo sapiens sapiens, que se originó en África y se extendió por todo el mundo. Tiene un cerebro grande y complejo (entre 1300 y 1500 cm3), una mandíbula pequeña y alineada con el cráneo, y unos dientes pequeños y regulares. Fabrica herramientas muy variadas de piedra, hueso, madera y metal (modo 4 o industria auriñaciense y posteriores), domina el arte, la escritura, la agricultura, la ganadería, la ciencia, la tecnología y tiene un lenguaje pleno.

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